
Podría describir todas las sensaciones que sentí aquella mañana, pero solo me quedaría con una: satisfacción.
Satisfacción por haber cumplido el objetivo, satisfacción por haber superado la prueba que tanto ansiaba, por haber mirado a la cara a la maratón y no haber desviado la mirada. Disfruté muchísimo, si se vieran imágenes saliendo del estadio se vería en mi cara la felicidad de estar viviendo un sueño. Reconozco que tenía miedo, que no sabía a lo que me enfrentaba, que por mucho que te cuenten, realmente no sabes lo que es hasta que lo vives.
Y sí, fue duro, los últimos cinco kilómetros fueron muy duros, pero para mi suerte mirmanno Zeb Cretario estaba a mi lado. No tengo suficientes palabras de agradecimiento para él, porque cuando estaba hundido en lo más profundo de mi mente, me dio el aliento que necesitaba para no pararme, por poco me da hasta algún empujón. Es ahora, después de tanto tiempo con los zebulones, cuando realmente he entendido que un zebulon es más que una camiseta.
Recuerdo que le dije que no volvería a correr una maratón, pero por una extraña razón al día siguiente estaba pensando cuando sería la siguiente.
Es ahora que la he vivido cuando reconozco el enorme valor que tienen todos y cada uno de los corredores que corrieron aquel domingo, sin duda todos ganaron ese día. Este detalle no lo valoraba antes, y sin saber por qué ahora sí.
Querría felicitar desde ésta crónica a mi compañera de estreno maratoniano Rachel, supongo que igual que para mí, habrá sido una experiencia inolvidable.
Para concluir ésta crónica me gustaría dedicar mi primera maratón a mi futura hija que nacerá dentro de pocos días-horas, que sin ella saberlo me acompañó en tantos kilómetros de entrenamiento durante estos meses, en cada kilómetro de la maratón la llevaba en mis pensamientos. Seguro que volveré a correr más maratones, pero solo mi primer maratón será siempre especial por ello.
8 comentarios:
Snif... la emoción me embarga... tu aportación a este Club es tan especial que mi teclado no es capaz de describirla...
Enhorabuena por tu maratón y por tu bonita crónica.
¡Enhorabuena Campeón!, ya te has licenciado en la carrera reina. Todos estamos muy orgullosos de ti, sabíamos que lo conseguirías.
Ahora corre por los caminos y carreteras de España difundiendo la filosofía zebulona. Un abrazo.
que bueno Oli y que razon tienes cuando dices que por mucho que te cuenten....jejeje que de fatiguitas pasadas ,pero que grande es el maraton,un abrazo y espero verte en la media
Estábamos esperando esta crónica, y por fin llegó!!
Algo que se repite en todas vuestras primeras crónicas de las primeras maratones es que cuando llegáis a la meta decís:"No corro ninguna más!!". Y a la mañana siguiente, cuando os despertáis vuelve el gusanillo de "¿Cuándo es la siguiente?". Envidio esa sensación de duro sacrificio y orgullo por lo logrado!
Felicidades!
¡Si Señór!!, ¡Si Señor!!!, MARATONIANO POR LA GRACIA DE DIOS!!!!,
Enhorabuena makinazo Zebulon y ahora a por más....y bonita crónica chulo...un fuerte abrazo..
¡¡iiioooleeeee!!!!
Me alegro mucho por ti Zebperman, es una experiencia que ningún corredor debería perderse, enhorabuena, tu ya la tienes.
Bueno, soy la última en felicitarte...pero ya sabes cuanto me hubiera gustado acompañarte esa mañana.
Ahora te queda la carrera más larga y dificil de tu vida, pero seguro que la más bonita. Marina estará orgullosa de su papa.
Un beso.
Enhorabuena Manno....yo también me he emocionado...no puedo ni marmeter joder, snif...
Publicar un comentario