MAPOMA..." Desde el cariño"

No sabía como comenzar esta crónica, es muy dificil describir en tan pocas líneas lo que sentimos en este viaje desde que salimos el viernes 20 de Abril hasta nuestra vuelta el lunes 23, no quiero hacer un ladrillo en donde cuente lo duro que se hizo el km 23 ó el km 39, la cuesta de Príncipe de Vergara que no tenía fin o la de la Calle de Alcalá que nos recordaba a nuestra querida Grazalema, lo dificil que se nos hacía, realizar cosas tan normales como respirar, beber en los avituallamientos o incluso poner una pierna delante de otra para dar un paso. Hay kms en donde solo se recuerda una sombra, una cara, la espalda de un corredor que se para y se queda sentado en la acera...Te sientes importante...la gente se apelotona en Sol y te aplaude, te grita, te anima...pero bueno ya he dicho que no quería hacer un tostón de la carrera, así que me gustaría hacer una reflexión, siempre que hablamos del corredor hacemos referencia a la SOLEDAD del corredor de fondo y después de terminar mi primer maratón creo que es un gran tópico y que no es del todo real, si que es cierto que los 42,195 te los tienes que comer solo, pero cuando llegas al Retiro y a los que nos creemos muy duros se nos pone una gotita de agua salobre en la cara y no me refiero al sudor, y los poco pelos que nos quedan en las piernas se erizan como escarpias, entonces en cuando nos damos cuenta que el mérito de haber llegado allí no es solo nuestro, que no es cierto lo de la soledad del corredor de fondo y es por eso que me gustaría dar algunas gracias:

Gracias sobre todo y en primer lugar a mi mujer, porque desde Enero cualquier conversación que hemos tenido ha estado salpicada de palabras que antes no había escuchado como MAPOMA, Series, Psoas, Carrera Contínua, Ritmos de Carrera, porque en la cocina de casa ya no se habla de papas fritas y huevo sino de proteinas, hidratos y ausencia de grasas, por lavarme y plancharme cientos de veces las mallas, las camisetas, los cortavientos, los pantalones de chandall, los gorros, los guantes...por hacerse una entendida en las cualidades que debe tener una buena zapatilla con objeto de regalarmela por Reyes, por acompañarme al Fisio, al podólogo, por ir a la Farmacia a comprarme vaselina, por aguantar como todos los domingos me levantara con los gallos para irme a correr, por no decirme que estaba loco cuando salía a entrenar lloviendo, con sol, con viento...por comprender que me acostaba temprano porque estaba cansado de correr y sobre todo por estar ahí siempre, por hacerme sentir que nunca he estado solo....para ser una Angelita solo te faltan las dos alitas.

Gracias a mis compañeros Maratonianos, Pedro y Juan Jesús, compañeros de 14 semanas de entrenamiento en donde se han pasado ratos buenos y menos buenos, por hacer series intragables, tiradas largas los domingos, animarnos unos a otros en los momentos malos, por hacer ver que eramos capaces de hacerlo.

Gracias a mi familia, a mi madre siempre asustada porque creía que esto de correr tanto no debía ser bueno, pero aún así demostrando su apoyo, y mi hermana que me he enterado que va por ahí vacilando de tener un hermano maratoniano.

Gracias a mi equipo logístico, Moi, desde el test de 30 kms, Charito, Yoly, Angelita, Mame,Nino y por supuesto Jesus Jr, por estar en el km 21 con el aporte energetico y por supuesto por estar en el Retiro, no podeis imaginar como me alegré de veros y esuchar los gritos de:...Sí, Sí, Sí...lo vamos a conseguí ¡¡¡

Gracias al Club Zebulón en su totalidad, cada cual ha aportado mucho para que yo pueda ser maratoniano, ufff...no quiero olvidarme de nadie, Dani, superandose contínuamente dando ejemplo esos domingos de Dios y esas tardes por la Ronda del estero, Pepo siempre asombrando con lo poco que entrena, Juan Andrés todo corazón, los hermanos Merkado los kenianos gaditanos, super implicados y buenos entrenamientos con ellos, buenos deportistas y mejores personas, La liebre de Carboneras, que me enseñó como subir al Algarrobico y no morir en el intento, Juan el de la camiseta verde, Juanma... en fin a todos

Gracias a Jose María Lacoma, entrenador nacional de atletismo que desinteresadamente nos facilitó todo el tema técnico, teniendo un trato siempre exquisito, aguantó estoicamente la andanada de mails que el Presi le mandaba.

Bueno no sé si he sido pesado pero creo que ha quedado claro que cuando crucé la meta no lo hice solo sino que llevaba un trocito de cada uno de vosotros conmigo, así que preparaos que nos vamos todo para New York, jajajajaja....un abrassssso grandote