La palabra que me viene a la mente pensando en la tiradita que nos curramos el domingo pasado es excepcional. Vaya buen día que nos pegamos, buena compañía y ruta para repetirla muchos dominguitos de primavera, por supuesto a una horita temprana.
Pues bien, a la vez que nuestros zebulones se dejaban sudor y lágrimas en el Pinar del Hierro en Chiclana, parte de los que no competíamos nos juntamos para disfrutar de una mañana de domingo.
La primera noticia, mala por cierto, es un mensaje que recibo a las dos de la mañana en la que se me informa que por motivos técnicos, Zeb Marcel, no podrá deleitarnos con su presencia en la tiradita, lo cual me hace pensar a las 8:45 h. (hora de salida), si Zeb Dani está informado del tema, pues Zeb Marcel tenía previsto recogerlo. Efectivamente no tenía ni idea y Zeb Dani se presenta en línea de salida unos diez minutos tardes, momento en el que empezamos a rodar, junto a Zeb Juanje, el rompemuros, Zeb John, el sansilvestre vallecano y este que os escribe Zeb Peter.
Pues bien, a la vez que nuestros zebulones se dejaban sudor y lágrimas en el Pinar del Hierro en Chiclana, parte de los que no competíamos nos juntamos para disfrutar de una mañana de domingo.
La primera noticia, mala por cierto, es un mensaje que recibo a las dos de la mañana en la que se me informa que por motivos técnicos, Zeb Marcel, no podrá deleitarnos con su presencia en la tiradita, lo cual me hace pensar a las 8:45 h. (hora de salida), si Zeb Dani está informado del tema, pues Zeb Marcel tenía previsto recogerlo. Efectivamente no tenía ni idea y Zeb Dani se presenta en línea de salida unos diez minutos tardes, momento en el que empezamos a rodar, junto a Zeb Juanje, el rompemuros, Zeb John, el sansilvestre vallecano y este que os escribe Zeb Peter.
El circuito, que ya lo conocéis, es 70% salinas, 30% asfalto y no tiene ni un metro de desperdicio, ya que empieza con la bajada de Colón y en menos de un kilómetro nos metemos de lleno en terreno de salina, lo cual es inmejorable para descansar de tanto asfalto, y lugar propicio para que algunos zebulones hagan sus gritos de guerra, sin problema de perturbar el orden público. Después de llevarnos casi 10 km. por la vuelta de fuera volvemos al asfalto y terminamos, primero subiendo Colon, bajando su prolongación hasta Pery Junquera, y como colofón la cuesta del Cementerio.
Vamos, una tiradita que no tiene desperdicio. No os preocupéis que la volveremos a repetir.
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